Censura desmedida

Este jueves, el periodista, Elan Reyes Pineda, como Presidente del Colegio de Periodistas de Honduras consideró como una mala imágen ante la camonidad nacional e internacional lo sucedido con el cierre de algunos Medios de Comunicación luego de la destitución del Expresidente Manuel Zelaya, Rosales.

Reyes Pineda enfatizó en el hecho que los Medios de Comunicación y los periodistas deben ser más mesurados al momento de emitir alguna información o comentarios.

Sin embargo otras reacciones de la población reclaman que antes y horas despues del Golpe de Estado, aunque la parte opositora al gobierno de Manuel Zelaya Rosales y los mismos diputadosd al Congreso Nacional lo denominan una sucesión Constitucional, hubo algunos canales de televisión y radio emisoras que estuvieron a punto de provocar con sus mensajes un verdadero caos en el país.

Esdras Amado López, desde la clandestinidad reaccionó molesto a través de la HRN repudiando las acciones de quienes derrocaron al expresidente Zelaya y aunque apenas hay tres o cuatro efectivos militares custodiando las instalaciones de su canal de televisión dice que todo un batallón lo tiene sitiado.

Algo que debe tener un periodista profesional, lo decimos aquí, en CENTINELAS HONDURAS, es que por mas dolidos que estemos por algun acontecimiento jamás debemos poner o quitarle a una nota informativa, debemos contribuir con este país a fortalecer la democracia y no a deteriorarla, es una lección.

Obviamente repudiamos el cierre de Medios de Comunicación y demandamos que de inmediato sean reabiertos los que aún permanecen con sus emisiones suspendidas, pues en ningún país democrático sucede lo que en Honduras, que en las últimas horas se registró una suscesión de hechos que preocuparon al gremio y al pueblo en general.

La censura en este caso fue desmedida, y es que realmente el periodista, el que anda en la calle también siempre tiene todas las de perder, con estos acontecimientos quedó claro que estamos desarrollando una labor jamás comprendida por nadie, además de sufrir las humillaciones con el cierre de medios, los manifestantes les quitan sus equipos de grabación y los golpean.